5 de julio de 2016

Akihabara

¡Hola a todos!

Creo que les debo una disculpa enorme por la falta de actividad en este blog. De verdad que no tengo excusa. Entre las prácticas profesionales, la escuela y uno que otro problemilla de salud que tuve, ya ni ganas me daban de escribir. Como sea, en cuatro días me voy de paseo a Europa, así que aproveché para escribir lo que me hacía falta de mi viaje (de hace dos años) a Japón, para volver y tener listas las entradas del nuevo viaje.

05 y 06/07/2014

Estos dos días fueron los mejores de mi experiencia en Tokyo. Como buen fan de la animación japonesa, no podía dejar de visitar Akihabara, también conocido como Akiba (abreviación de Akibagahara) llamado así por un templo que se encontraba ahí, dedicado a un dios protector contra incendios. Actualmente es un distrito comercial famosísimo, conocido por la venta de aparatos electrónicos 'duty free' y por ser La Meca de la cultura pop japonesa, frecuentado por miles de turistas y 'otaku' cada año.



Entrar a Akihabara es como cruzar un portal a otro mundo. Todo fuera de la estación de tren es colorido, ruidoso e impresionante. Los altos edificios están plagados de anuncios publicitarios con dibujos al puro estilo japonés. Si se está actualizado en cuanto a cultura pop, es facilísimo de reconocer a los personajes que rondan las calles de Akiba. El lugar es tan grande que el día no nos alcanzó para ver todo lo que teníamos en mente.



Tarou-san no estaba tan familiarizado con Akihabara, pero supo llevarme a varios lugares que creyó serían de mi interés. Fuimos primero por un café de matcha para acumular energía y luego emprendimos la búsqueda de 'goods' de anime y manga. Primero pasamos a una tienda de figuras de pvc de segunda mano, donde la gente pone en exhibición sus colecciones y las vende a consignación. Decir segunda mano es mucho, pues las figuras que vi estaban intactas, como nuevas y baratísimas. De no ser por que ya llevaba mi maleta llena de mi previo viaje a Corea, hubiera gastado miles de pesos en figuritas de "monos chinos". Compré dos figuras grandes de Asuka, de la serie Neon Genesis Evangelion por la increíble cantidad de dos mil yenes (veinte dólares aproximadamente). Creo que saben que ha sido la mejor compra de toda mi vida.




 Después fuimos a una tienda especializada en 'cosplay' que vendía desde disfraces en varias tallas, pelucas, lentes de contacto, accesorios, hasta maquillaje, pestañas postizas y pechos falsos (de varón y de mujer). Los japoneses se toman muy en serio este "pasatiempo" que mueve muchísimo dinero al año. En el mismo edificio donde estaba la tienda de cosplay, fuimos a otra tienda de segunda mano, esta vez de libros, música y videojuegos. Me pareció muy interesante la forma de organización de la tienda, donde además de estar separada por género, había una sección enteramente dedicada a productos 'naughty', donde se vendían almohadas 'dakimakura', 'sound novels', y juegos eróticos para todos los gustos. Como Tarou-san es una persona muy seria, me dio pena ir a ver esa área de la tienda estando él ahí, por lo que después de comprar algunos discos decidimos irnos. La próxima vez que vaya a Japón tendré que verla con más calma (jajaja).





Nos tomó unas cinco o seis horas el tour por Akihabara (y eso que no nos detuvimos mucho). Antes de ir a cenar, fuimos a una tienda llamada Super Potato, que se especializa en videojuegos retro. Fue una visita rápida, divertida y sobretodo nostálgica, a un lugar donde el tiempo se detuvo dentro de la gran ciudad que es Tokyo.


Al día siguiente fuimos a un lugar emblemático también para cualquier entusiasta del anime: La Torre de Tokyo. Fue construida en Minato, en 1958 para transmitir señales de radio y televisión, y actualmente transmite las señales de las famosas cadenas NHK, Fuji TV y TBS. A sus pies hay un restaurante, un museo y una tienda temáticos. Mide 332.9 metros de altura.



Oficialmente conocí la Torre por el anime de Card Captor Sakura, donde la protagonista Kinomoto Sakura debe capturar una cantidad de cartas mágicas causantes de disturbios en la ciudad. Una escena icónica de la serie es en el clímax de ésta, en la que en la batalla final, Sakura se ve esperando en lo alto de la Torre (súper badass!). Imaginen mi emoción cuando no sólo la vi (es igualita a la de las caricaturas!) ¡sino que subí! Casi me muero. Fue en parte por CCS que comencé a sumergirme más en la cultura japonesa, hace más de 10 años. 




Tarou-san y yo nos quedamos arriba hasta el anochecer. Pude ver otras locaciones famosas de los animes, como Roppongi Hills, y la Rueda Ferris y el edificio de transmisión de Odaiba. Ese día no estaba tan concurrido y pudimos quedarnos todo el tiempo que quisimos. Esto se debe a que actualmente el puesto de la torre más alta (y popular) de Japón lo ocupa el Tokyo Skytree, otra torre de telecomunicaciones más nueva ubicada en Asakusa (de la que hablaré después). A pesar de esto, la Torre de Tokyo sigue siendo para mí una maravilla que siempre regresaré a visitar con gusto.





En conclusión, pienso que Akihabara no es tanto un lugar para turistear sino que se debe ir ya sabiendo qué se va a comprar y con una persona que ya conozca para evitarse rodeos o pérdidas de tiempo (pues la mayoría de tiendas de anime y manga no están en la planta baja). En sí, todo lo que hay que ver está dentro de los edificios, que con pocas letras romanas, es difícil saber de qué va cada tienda y muy poca gente (si no es que nadie) habla inglés allí. De la Torre de Tokyo no tengo quejas. Es un lugar hermoso tanto de día como de noche que merece mucho la pena. Es imperdible si se está en el área, es accesible y no está tan lleno de turistas como otros lugares. Totalmente recomendado.


Como ya dije en la entrada anterior, las fotos que tomé en Tokyo se perdieron y no pude documentar esta parte de mi viaje tan bien como hubiera querido. Espero que puedan aguantar un poco más con las fotos de Internet. Más información sobre Akihabara la pueden encontrar aquí, aquí y aquí. Y sobre la Tokyo Tower, aquí. Por supuesto que si tienen alguna duda, con gusto la resolveré.

Nos vemos.
-Aisou.

26 de diciembre de 2015

Tokyo ni Youkoso

¡Hola a todos!

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que actualicé el blog. De verdad que la escuela me tuvo hasta el cuello con los deberes y los exámenes finales. Pero, afortunadamente ya salí de vacaciones y decidí que debo terminar las entradas que me faltan del viaje a Japón antes de que el año nuevo llegue. Espero lograrlo.

03 y 04/07/2014

Esta vez viajé dos horas hacia Tokyo para encontrarme con Tarou, a quien conocí por Couchsurfing. Tarou-san leyó sobre mis planes en Tokyo y se ofreció a darme asilo por cinco noches. Nos vimos en la estación de Shinagawa y nos dirijimos a su casa en Nakameguro. Dejamos mi equipaje y fuimos a cenar Okonomiyaki. Después fuimos a tomar a un café frente al Río Meguro.



Al día siguiente, nos encontramos con Itaru, amigo 'couchsurfer' de Tarou en Shibuya, un distrito comercial muy popular en Japón por su vida nocturna, sus centros comerciales y su gran densidad de población. Un punto de referencia muy famoso es el Shibuya Scramble Crossing (Cruce de Shibuya), una intersección por la que cruzan miles de personas diariamente. ¡Verla desde arriba es impresionante! Pasar entre toda la gente también lo es.



Una de las historias más populares referentes a Shibuya es la de Hachiko. Este perro Akita esperaba diariamente en la estación de Shibuya a que su dueño, el profesor de universidad Ueno Hidesaburou, volviera del trabajo. Un día de mayo en 1925, el Profesor Ueno sufrió un derrame cerebral y murió. Durante casi diez años Hachiko esperó pacientemente a su dueño en la estación de Shibuya. La historia fue publicada en el periódico y atrajo la atención de todos los japoneses. Después de la muerte del can, una estatua fue erigida en su honor. Actualmente, Hachiko es un símbolo nacional y ejemplo de lealtad y cariño en Japón. Se han hecho numerosas adaptaciones y referencias a él en la cultura popular. En mayo de 2015, la Facultad de Agricultura de la Universidad de Tokyo erigió una nueva estatua donde se muestra a Hachiko finalmente reunido con su dueño.




Después de encontrarnos en 'Hachiko', los tres fuimos a almorzar ramen (¡estaba delicioso!). Como Tarou tenía que irse a una junta de trabajo, le pidió a Itaru que me diera un pequeño 'tour' en los alrededores. Primero fuimos a caminar por Harajuku, donde nos vimos con Moe (tuvo algo que hacer en Tokyo y tuvimos la oportunidad de encontrarnos). Como era viernes al mediodía, casi no había gente en las calles. Sin embargo lo pasamos muy bien paseando entre las tiendas. Harajuku es conocido internacionalmente por ser un lugar dirigido a la moda juvenil. Es un punto de reunión para las famosas subculturas japonesas: cosplay, lolita, decora, shironuri, kogal, visual-kei, entre otras.





Más tarde, nos despedimos de Moe y nos dirigimos al Meiji-jingu. Un santuario shintoísta dedicado al Emperador Meiji y a su esposa la Emperatriz Shouken. Se encuentra junto al Parque Yoyogi, y antes de pasar por el enorme torii que marca la entrada al recinto, hicimos una reverencia para purificarnos. Ya dentro del complejo hicimos una oración y caminamos un poco más por los alrededores.





En la noche, nos volvimos a encontrar con Tarou-san, quien nos llevó a un restaurante de comida de Okinawa. El lugar es difícil de encontrar, pero el ambiente era bastante ameno. Había música tradicional/folklórica tocando, los meseros animaban a la gente y la comida estaba riquísima. Bebimos algunas cervezas y platicamos sobre nuestro día.






En fin, mis primeros dos días en Tokyo fueron más bien para descansar del ajetreo de estar yendo de arriba a abajo por todo Kansai. Debo disculparme con antelación, porque en esta entrada dependí mucho de fotos tomadas de Internet. Desgraciadamente, la mayoría de las fotos que tomé en Tokyo se perdieron después de un imprevisto, y probablemente no tenga muchas que mostrar de aquí en adelante :( Otra cosa, voy a intentar combinar al menos dos días en una sola entrada cada vez, pues realmente no hubo mucho excursionismo en los últimos días de mi viaje.

De todos modos, espero que sigan conmigo.
Más información sobre Tokyo y Japón en general puede encontrarse aquí.

¡Nos vemos pronto!
-Aisou.

18 de septiembre de 2015

Kuidaore

¡Hola a todos!

¿Cómo han estado? Me ausenté bastante, pero extrañamente estoy de vuelta con tiempo libre antes de que una semana muy pesada para mí comience.

01/07/2014 y 02/07/2014

El martes fue un día para levantarse tarde y relajarse. En la tarde, Megu y yo fuimos de compras a Namba, el distrito de entretenimiento más famoso de Osaka: los bares, clubes, centros comerciales y casinos más populares de la ciudad están ahí. En Shinsaibashi, un 'shopping arcade' muy grande, me encontré por casualidad la tienda de BODYLINE, una marca de ropa lolita muy popular en occidente.

Para mi suerte toda la tienda tenía descuentos, así que me hice de un precioso vestido azul cielo y unos zapatos a juego. Algo peculiar de esa tienda fue que no puedes probarte la ropa, pero sí los zapatos. Me preocupaba un poco no entrar en la talla que me llevé, pero en casa de Megu me lo probé y me quedó, y un año después lo estrené en público cuando visité a mi amiga Yuri en Puebla (pueden leer sobre ese viaje en el blog de Yuri).






Al anochecer fuimos al canal de Dotonbori, una excéntrica zona llena de restaurantes, anuncios luminosos y teatros. Algunos de los iconos más famosos de la ciudad se encuentran allí, como el Glico Man, el Kani Doraku, y Kuidaore Taro. Osaka es famosa por sus platillos típicos, y Dotonbori Avenue es especialmente famosa por tener buena comida a bajos precios. Allí encuentras takoyaki, okonomiyaki, ramen, fugu, cangrejo, etc.





El miércoles me despedí de Megu, pues me dirigía a Shizuoka, prefectura al centro sur de Japón. En casi cuatro horas, el Hikari Shinkansen me llevó a la ciudad de Fuji, donde me hospedaría en un ryokan (hotel estilo japonés). Al llegar, todavía no era hora de mi 'check-in', así que decidí pasar el rato paseando por los alrededores. Entré a almorzar a un restaurante llamado Gusto, donde pedí un paquete de filete empanizado, agua de vegetales y 'parfait' de postre.




Ya en el ryokan, el dueño me ofreció usar una bicicleta sin cargo extra, así que me fui a dar un paseo (de cuatro horas) por la ciudad. Aunque Fuji es la tercera ciudad más grande de Shizuoka, se encontraba extrañamente vacía ese día. Además, había mucho vapor debido al calor, por lo que desgraciadamente no pude ver el Monte Fuji. De igual manera me divertí. Fui al Parque Yonenomiya, donde los niños pequeños pueden jugar y donde también, cuando el tiempo lo permite, se puede ir a  hacer picnics y ver el Monte.


En la noche regresé y compré algunas chucherías en el 7-eleven para cenar en el cuarto. Lavé mi ropa y me di un baño. Dato curioso: en los hoteles japoneses, en lugar de batas de baño, se ofrecen yukatas (un tipo de kimono ligero y fresco). Vi la televisión un rato y me fui a la cama.


Al día siguiente, los dueños del ryokan estaban muy apenados porque no había podido ver el Monte Fuji debido a la niebla, por lo que me regalaron una hermosa fotografía de éste como recuerdo. También se ofrecieron a llevarme en su auto a la estación de tren, pues estaba a punto de llover. Allí entré a una exposición fotográfica y participé en una rifa que un grupo de ancianos muy amables estaban organizando. No gané, pero tuve una bonita conversación con ellos. Finalmente, compré un bentou y tomé el tren a Tokyo.



Bueno, esta vez junté la información de dos entradas en una porque realmente no hice mucho en esos días. Puede ser un tanto aburrido pero no quiero dejar nada fuera. En fin, espero que les haya gustado. Ahora la mayoría de las fotos las tomé del Internet y dejé muchos links por si les interesa leer más.

Nos vemos.
-Aisou.