4 de septiembre de 2014

Farewell - 찜질방

¡Hola!

Ya me voy acercando cada vez más al presente, jajaja. Ésta es la antepenúltima entrada sobre mi estancia en Corea del Sur. Aunque pensándolo bien, aún me falta escribir sobre mi viaje a Japón (y ahí sí hice mil cosas cada día)...

Bueno, como me faltaban tres semanas en Corea, aproveché para salir con mi amigo Herald (lo conocí en la clase de Relaciones Internacionales). Casi no tuve oportunidad de platicar con él en el semestre, así que lo invité a comer el martes. Ese día se pronosticó lluvia fuerte para la tarde, cosa que no creí hasta que me vi comprando un paraguas en la tienda de conveniencia. Nos mojamos un poco porque fuimos a comer fuera del campus, pero se compensó con el delicioso ramen y la plática amena.

Cuando terminamos, Herald dijo que me invitaría el postre, así que fuimos a una nevería a comer Patbingsu ("iceflakes"). Es un postre hecho con hielo raspado muy finamente (exactamente como copos de nieve) encima de una cama de azuki (pasta de frijoles dulce). Lleva encima una bola de helado, leche condensada, fruta y jarabe. Hay muchas variedades y el plato individual usualmente es muy grande. Nosotros pedimos uno de maccha (té verde) que estaba riquísmo. Y es que desde que conocí el Green Tea Cream de Starbucks, quedé enamorada del sabor del té verde, y cada que podía, lo comía (en Japón, comí todo de maccha).

Ya en la escuela Herald me dio una cartita (yo le escribí una la semana pasada y ese día le regalé un llaverito de mi estado) y nos despedimos con un abrazo. Me dio mucha tristeza pero me aguanté y esperé hasta llegar a mi cuarto para leer su carta. Escribió cosas muy bonitas que me hicieron llorar, pero también me sentí muy feliz de haberlo conocido y espero que algún día nos volvamos a ver.


El día siguiente (era festivo) tuvo lugar la fiesta de despedida que organizaron los miembros del grupo de "buddies". El tema era de parejas, pero como nosotros éramos tres, decidimos vestirnos iguales para la ocasión. Fuimos a Tinpan (donde nuestra aventura comenzó) y nos tomamos fotos en la "alfombra roja" con todos nuestros amigos internacionales. Bebimos, hablamos y bailamos toda la noche. También hubo un tiempo para escribirnos recuerdos en unas hojas con nuestros nombres y hasta un premio de "mejor vestidos" hubo (lo ganamos nosotras tres, obviamente). Ya en la madrugada, salimos a tomar aire y despedirnos. A varios nos agarró el sentimiento y lloramos un rato. A pesar de que se acercaba nuestra partida, lo pasé increíble y me llevé recuerdos muy bonitos de todos mis amigos.







Algo gracioso que ocurrió: estábamos en la tienda de conveniencia y nuestro amigo Eddy se fue a la escuela solo (dijo que estaba bien y que no había necesidad de acompañarlo). Más o menos unos cuarenta minutos después, cuando ya íbamos de regreso nosotros, vimos a una persona sentada en la banqueta, dormida, con el celular en el suelo. Yo dije: "Miren, un coreano borracho". El coreano borracho era Eddy. ¡Estaba hecho un desastre! Lorién y yo lo levantamos, lo tomamos por los hombros y la cintura, y lo llevamos cargando a la escuela (él ya estaba en piloto automático). El trayecto tomó media hora (cuando lo normal son diez minutos) y cuando llegamos al dormitorio, Eddy recobró un poquito la conciencia y pudo irse a su cuarto por su cuenta. Al día siguiente amanecí con todo el cuerpo adolorido, mientras que Eddy dijo no recordar nada.







El sábado al medio día fuimos con Samy al mercado Namdaemun. Primero teníamos pensado volver a Insadong pero decidimos ir a un lugar que no conocíamos. Paseamos por las calles y compramos montones de souvenirs para nuestras familias y amigos. Ese mercado es muy visitado por los turistas y todos los dueños de las tiendas hablan inglés. Se venden todo tipo de cosas (cerámica, ropa, zapatos, comida, mercancía de kpop, etc.) y los precios son muy accesibles.






Conocimos a unos chavos que nos preguntaron qué queríamos hacer antes de morir. Escribimos nuestros deseos en sus carteles y nos tomamos una fotos con ellos. Después nos fuimos a la Villa Hanok Namsangol (desde donde se ve la Torre de Namsan) y descansamos un rato. Paseamos por ahí y visitamos la Cápsula del Tiempo de Seúl, que se abrirá cuando la ciudad cumpla mil años siendo la capital del país.








Ya en la noche, Samy se fue de fiesta con unos amigos suyos y nosotras nos quedamos a dormir en un jjimjilbang (sauna/spa). Dormir es decir poco cuando se habla de los jjimjilbangs. Los spas con buena reputación son muy grandes y ofrecen muchos servicios además del sauna. Algunas familias coreanas más tradicionales de vez en cuando pasan el fin de semana ahí (están abiertos las 24 horas), pero actualmente esta actividad no es tan popular entre los jóvenes.

Le preguntamos a una chica en una tienda dónde podríamos encontrar un spa confiable y nos mandó a Yongsan, al Dragon Hill Spa & Resort. Curiosamente, esa era la primera vez que salíamos a la calle fuera de esa estación (siempre que íbamos, nos quedábamos en el centro comercial dentro de la estación o transferíamos a otra línea del metro). Caminamos un poco siguiendo el GPS y cuando llegamos, nos dimos una gran sorpresa. El lugar tenía luces súper llamativas y una entrada enorme. En efecto, el Dragon Hill es uno de los spas más populares y conocidos de Seúl. Por fuera tiene pinta de lugar del distrito rojo, exótico y exagerado, pero por dentro es como un hotel, bonito, limpio y ordenado.




La entrada cuesta 13,000 wones (13 dólares) y debes dejar tus zapatos en un pequeño locker, después, te registran en el sistema y te hacen un recibo. Te entregan un short y una camiseta y una pulsera como identificación. Dentro del jjimjilbang no se usa dinero en efectivo, todo se carga a tu cuenta mediante la pulsera, que tiene un sensor que va registrando tus compras, y se paga al salir. El lobby, los restaurantes y el dormitorio común (es un salón enorme con televisiones y sofás de masaje, donde se duerme en el suelo) son mixtos, pero las demás actividades del resort son separadas por sexo.



Con la pulsera viene una llave que abre otro locker para las pertenencias y la ropa. Como se va ahí para relajarse, no se necesita estar cargando la bolsa o el teléfono (en los pisos superiores las fotos están prohibidas). Como habrán leído en entradas anteriores, la cultura coreana es muy diferente a la occidental, por lo que la gente va desnuda sin sentir ningún tipo de vergüenza (esto claro, en los pisos exclusivos para hombres o mujeres). Cabe explicar que los coreanos no son de criticar a las personas, por lo que a nadie le importa el tamaño de tus atributos...

Algunas de las diversas actividades con las que cuenta el Dragon Hill son: sala de juegos (maquinitas, pingpong, karaoke), cafeterías, restaurante de comida coreana, cuarto de videojuegos (consolas), cibercafé, cinema, piscina al aire libre. En los pisos de mujeres hay diferentes salas de masaje (relajante, reductivo, para la piel, etc.), manicure, pedicure, faciales, y salas con y sin calefacción para dormir. En el piso inferior hay muchísimas tinas con agua que van desde los 20°C hasta los 45°C, regaderas, tinas de hidromasaje, baños de agua fría, aguas con hierbas medicinales; también hay jacuzzis al aire libre (el techo está cubierto con una malla que no deja ver hacia afuera y hay una pared que divide el área de mujeres de la de los hombres) y dos saunas a diferentes temperaturas.



Como fue la primera y última vez que estaríamos en un jjimjilbang, quisimos probar todas las tinas, así que estuvimos de 10 a 15 minutos en cada una. Luego intentamos entrar al sauna pero desistimos porque la temperatura era demasiado alta y al respirar se sentía el vapor entrando a los pulmones. Estuvimos platicando en el hidromasaje y finalmente en el jacuzzi exterior. A la hora de dormir, puedes rentar una almohada y una cobija, pero nosotros decidimos recostarnos sobre nuestros suéteres enrollados. Horas más tarde nos hicimos de las almohadas que algunas clientas dejaron antes de irse.

Antes del mediodía del día siguiente una alarma musical te despierta y una voz anuncia el fin de tu estancia. Pasar la noche en un jjimjilbang es una experiencia única. Es muy interesante, relajante y muy barato. Después de eso, me arrepentí de no haber ido antes. Definitivamente es una de las cosas que quiero volver a hacer. Cuando regrese a Corea me daré otra vuelta por ahí. También, siento que este paseo hizo más fuerte el vínculo que tengo con María y Lorién, quienes se han vuelto parte importantísima de mí. Pude estar con ellas en total confianza y olvidarme por un momento de mis complejos.


Por último, si vas a ir a un jjimjilbang (específicamente el Dragon Hill), considera:

- Comer antes. La comida dentro del spa es carísima, no tan buena y sirven muy poca.
- Llevar artículos de higiene personal. Aunque hay jabón y pasta dental para uso común, no hay champú o loción para el cuerpo. Venden rastrillos y otras cosas pero son caras también.
- Llevar traje de baño. No para el sauna sino para la piscina.
- Recogerte el cabello mientras usas las tinas. Si bien no está estipulado en las reglas del sauna, es buena idea hacerlo. Los coreanos cuidan mucho la limpieza y se requiere tomar una ducha antes de entrar a las tinas.
- No llevar pijama. El spa te la da, y todo el mundo la usa. Es curiosísimo.
- Llegar temprano. No alcanza el tiempo para hacer todo.
- Llevar un amigo (o varios). Es aburrido si no tienes con quién platicar.
- Comportarte. El único lugar donde se permite hacer relajo es en la alberca y en el salón de juegos.
- No dormir en el salón mixto. Éste es recomendable para familias y/o parejas. Si eres mujer existe el riesgo de que un desconocido se acueste a dormir muy cerca de ti a propósito.

Pero lo más importante es divertirse, relajarse y pasarla bien. Llevar más dinero ayuda bastante (si quiera puedes pagar un masaje o un bocadillo nocturno), pero aún con un presupuesto apretado se disfruta. Yo lo pasé excelente y lo recomiendo ampliamente. Por cierto, éramos las únicas extranjeras en todo el edificio.

Espero que hayan disfrutado leer esta entrada.
¡Nos vemos pronto!

-Aisou.

4 comentarios:

  1. La leí desde en la mañana pero ya te comento con calma. Pura pishi party contigo aunque sea religiosa xDDDD

    Que padrísimo que ganaran el premio!! Los coreanos tienen mil ideas para fiestas temáticas y estas cosas. Aqui solo conocí las fiestas semáforo y nunca fui a una ._.

    Y lo del spa suena super cool!!! y super relajante, que luego hace mucha falta. Cada que leo tu blog siento por un moentito que estoy ahi! Y tus super consejos y tips! *-*

    Se te extraña un chorro aqui en el país, pero esperamos con muchasmuchas ansias tu regreso.

    Descansa mucho que lo necesitas después de tanta aventura!! Te mando un besotototte un abrazo hermosa. Te quiero <3

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    1. JAJAJAJAJAJAJA tenía que aprovechar!! Todo lo que no hice en mis años de prepa y universidad lo hice en Corea (?)

      Si supieras!! Son todo un caso, los coreanos~ <3 JAJA yo tampoco he ido a una fiesta de semáforo, se me hacen como de urgidos... xD

      añlsjfñalksdjfñalskdjfñalskdfj Yo también te extraño (quién más habla de mí? lol) ahora sí vamos poniéndonos de acuerdo para skypear :D

      Saludos, bella <3 <3 <3

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  2. Yo era malísima para las despedidas, y de sólo pensar en estar en tu situación me contagia una gran melancolía, es más fácil decir "nos volveremos a ver" con compañeros de secundaria que con personas de otros países, y aún así la realidad nos golpea con nuevos cambios y situaciones a las que adaptarnos que dificultan la manutención de la promesa de volverse a ver a personas que viven aún en nuestro mismo rancho.
    El spa suena de lo más delicioso, fijo yo lo hubiera disfrutado mucho p.q
    Baww, Aisou toda mona dando sus tips de conocedora de Corea~ Seguro que le sirven a alguien~~

    Saludos!

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    1. Síiii, es muy duro despedirse, pero estoy segura que siempre uno encuentra la manera de contactarse con estas personas. Ahora que ya se inventó facebook, WhatsApp, etc... Yo pensaba que iba a ver a mis amigos japoneses después de cuatro años de cuando los conocí, pero me tocó ir a Japón antes y pude encontrarme con muchos de ellos. La promesa de verse otra vez sirve como excusa y motivación para volver a visitar sus países, no crees? :D

      Muchas gracias por tus comentarios! Siempre me hacen muy feliz~ <3

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