11 de septiembre de 2014

The Final Countdown

¡Hola a todos!

Esta entrada es un poco corta, pero espero que igual les guste.

El martes fuimos con una amiga coreana que habla español, YeEun, a un restaurante a comer Mul Naengmyeon (fideos fríos) y Mandu (dumplings). Platicamos muchísimo y nos regaló unas cartitas de despedida con un dibujo en ellas. Después nos invitó a comer Patbingsu.




El martes fui de nuevo a la Embajada de Estados Unidos a arreglar un error que tenía mi Visa, y en la placita donde está la estatua del Rey Sejong había dos hombres brasileños haciendo un mural del Mundial con graffiti cuando me pasó algo muy curioso. Estaba yo muy normal tomando fotos cuando oigo que alguien me llama. Eran dos muchachos coreanos y uno de ellos me pidió una foto y mi número de teléfono con un inglés muy roto. Platicamos un poco y después se fueron.

Ésta fue una de las cosas más 'random' que han pasado en Corea, pero no piensen mal. Aquí es muy común que los jóvenes pidan el número de teléfono a chicas que acaban de conocer (y viceversa también, las chicas a los chicos). Corea es un país segurísimo, y los actos criminales son muy raros. Además, al contrario de nuestros países, ellos casi no usan facebook (para ellos éste es más privado) y se comunican más por el celular, pues todo el mundo tiene un plan con Internet. Así que no hubo ningún peligro. Nos hicimos amigos y nos escribimos un tiempo, pero como ya me iba del país la siguiente semana perdimos contacto y no lo volví a ver. Es algo triste, pero con la barrera del idioma (él casi no me entendía) no se puede hacer mucho.




El viernes fuimos a cenar Chicken & Beer (como siempre) para despedir a Samy, que ya había terminado sus exámenes y se iba de vacaciones a Japón al día siguiente. Platicamos y comimos un montón. Le escribí una carta y le regalé un pequeño sombrero de Mariachi (se había obsesionado con la cultura y el acento mexicano). Fue una despedida muy animada, llena de risas y buenos recuerdos. La mañana siguiente le dijimos adiós desde la entrada principal de la universidad. Él fue una de las personas con las que más salíamos y hablábamos, y se convirtió en un amigo muy querido. Espero tenerlo en México muy pronto :)


Después de cenar fuimos a Beer Star a ver el partido de México vs. Camerún. Entre los mexicanos estábamos Eric, Israel, Lorién y yo, y había otros extranjeros apoyándonos. También había varias personas de Camerún y de otros países africanos allí (nunca imaginé que habría tantos extranjeros en Corea del Sur). Fue un partido muy emocionante, y hubo un punto en que el dueño del bar nos llamó la atención por hacer escándalo, pero como los pocos coreanos que quedaban en el lugar también se nos unieron, no hubo más problemas. Regresamos cansadísimos al dormitorio a las 4:00 a.m. (son 14 horas de diferencia con México).



El fin de semana lo usamos para terminar trabajos finales, estudiar para los exámenes y prepararnos para vivir nuestra última semana en Corea del Sur.

-Aisou.

2 comentarios:

  1. Orale! pero todo eso fue entonces cuando recién empezaba el mundial no?
    Que padre que hayas hecho tantos amigos tan buenos :D y dar a conocer nuestra cultura, tan padre que es.
    Tu amigo se ve graciosísimo con el sombrerito de mariachi <3

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    1. Síp, fue justo antes de que empezara :)
      Síiii, me encanta hablar sobre México y enseñarles que hay cosas más allá de Cancún y Tijuana que valen muchísimo la pena en nuestro país~<3

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