29 de mayo de 2014

Welcome to Naminara Republic

¡Holiiii!

¿Cómo les va? Ya he adelantado algunas de las entradas pasadas, pero sigo atrasada como por tres semanas OTL

Bueno, les cuento. Ésta semana decidimos ir a Nami, una isla en forma de medialuna a tres horas al noreste de Seúl. Namiseom era parte de tierra firme pero una creciente del Río Han hundió un lado, convirtiéndola en una isla dentro del continente. La tumba del joven General Nami se encuentra en la isla, llamada así en su honor.

El sábado salimos con rumbo a la Terminal de Autobuses de Suwon a las 7:00 a.m. Compramos los boletos y partimos para Gapyeong, que está un poco al norte de Nami. De ahí, tomamos un 'tour bus' que nos llevó a donde tomaríamos el ferry hacia la isla.




Nami está considerada como una República Independiente (es parte del show) y tiene su propia Oficina de Inmigración que te emite una visa para entrar al "país". Es una isla bastante pequeña pero tiene muchísimas cosas para ver. Hay tiendas de regalos, bungalows, restaurantes, presentaciones, exposiciones... ¡Es un lugar muy pintoresco y hippie!



Al inicio del paseo, escuchamos a un grupo ecuatoriano tocar algunas canciones tradicionales en un pequeño escenario. ¡Nunca creímos encontrar latinos en ese lugar tan remoto! Después, pasamos por un "Evento Cultural Tradicional Coreano" en el que una mujer chamán ensartaba un cerdo muerto en un rastrillo enorme y pedía a Dios por salud y riqueza. Si se lee raro, imagínense cuando lo vimos en persona.




Después caminamos a lo largo de toda la isla. Pasamos por la pequeña costa y disfrutamos de la vista. Es un lugar precioso, lleno de árboles. La gente va allí a hacer picnic, andar en bicicleta, remar y escapar de la ajetreada vida de la ciudad. Es muy pacífico y sí da la sensación de ser un país completamente diferente. Incluso la gente que se ve allí tiene una vibra distinta a la gente de Seúl o Suwon...











Cuando terminamos de recorrer lo más importante de la isla, regresamos en el ferry, comimos en un lugar cercano y tomamos el bus hacia La Petite France, un pequeño parque con temática francesa. Hay casitas de estilo europeo, jardineras coloridas, un molino de viento y una mini Torre Eifel. Dentro del edificio principal hay pósters de películas francesas, y en el anfiteatro se presenta un show de títeres y marionetas.








Es un lugar más para niños pequeños y sus padres, pues no hay mucho que hacer, y lo poco que hay es bastante caro (antigüedades, sesiones de fotos, caricaturas, etc.). Sin embargo, podemos decir que ya lo conocimos. El bus pasó por nosotros y regresamos a Gapyeong, donde esta vez tomamos el metro. Nos tomó unas dos horas regrear, pero pudimos dormir un poco y descansar los pies, ya que solamente hicimos una transferencia.


Llegamos a la estación de Suwon a las 10:30 p.m. Ese día fue cumpleaños de mi roommate Nicole, quien nos había invitado a cenar. Ya que no alcanzamos a llegar a tiempo, dijo que planeaban ir a un bar a beber, así que nos mandó la dirección y fuimos a encontrarnos con ella. Estuvimos buscando de bar en bar una mesa vacía, pero todo el vecindario estaba lleno de gente. Al fin, encontramos un bar llamado Buldog. Era muy espacioso, tenía una mesa de billar y un tablero de dardos.





La noche fue muy amena: platicamos, comimos pastel y jugamos un 'drinking game' con cartas. Cabe mencionar que gastamos bastante dinero en cerveza, pero valió la pena. Nicole lo estaba pasando genial y nosotros también. Conocimos a sus amigos chinos de la Maestría, nos tomamos fotos y montamos una coreografía en la pista de baile con Alex (E.U.A.).

Algunas horas después, decidieron irse a un club a seguir la fiesta, así que nos fuimos en taxi a Insadong. Ésto sólo nos hizo perder tiempo y dinero, pues ya estábamos muy cansadas por haber pasado todo el día caminando bajo el sol. Después de platicar un rato afuera del club, mis amigas y yo decidimos regresar al dormitorio a tomar un merecido descanso.

Al día siguiente fuimos a comer una de nuestras dos comidas post-fiesta favoritas: Chicken & Beer.



El paseo en Namiseom me gustó mucho pues teníamos bastante que no estábamos en contacto con la naturaleza, dado que vivimos en medio de la ciudad. Además, tuve la oportunidad de pasarlo con una amiga que tenía tiempo queriendo salir con nosotros. El cumpleaños de Nicole también estuvo cool. A pesar de los siempre presentes borrachos infames, disfruté muchísimo la noche. También conocí y conviví con personas nuevas~ De verdad que me divertí mucho ;)




¡Hasta pronto!
-Aisou.

25 de mayo de 2014

¡A la playa! - 부산

¡Hola!

¿Cómo les va?

En la entrada pasada hablé sobre el festival del Cumpleaños de Buda. Pues exactamente en los días feriados, unos amigos y yo fuimos a la Ciudad Metropolitana de Busan, en el sudeste de Corea. Es la segunda ciudad más grande del país y tiene las playas más bonitas.

Al principio, pensábamos ir a Tailandia o Vietnam, pero investigando vimos que necesitábamos Visa para entrar a esos países, así que cambiamos el destino a Singapur o Filipinas. Sin embargo, ya era muy tarde para planear el viaje, y nos iba a salir muy caro, así que al último momento decidimos ir a Busan. Mis amigos se fueron el viernes a las 9:40 a.m. pero Samy (Francia) y yo teníamos clases al mediodía, así que decidimos irnos más tarde. Fuimos a la Terminal de Autobuses a comprar los boletos pero estaba casi todo vendido, así que los compramos para el sábado a las 5:00 p.m.



El sábado, el bus se retrasó y salimos 40 minutos tarde. El viaje desde Suwon a Busan se lleva 5 horas, así que justo después de bajarnos del bus, fuimos corriendo (literalmente) a la estación del metro. Cuando llegamos a Seomyeon, nuestros amigos nos estaban esperando en un bar. Anduvimos un rato por las calles y después decidimos irnos de fiesta.

Con todo y mochilas (¡qué turistas!) fuimos a FIX. Me cambié la camisa en un café y dejamos las cosas en los 'lockers' (todos los clubes los tienen, ¡son muy convenientes!). El club está muy padre, tiene dos secciones donde tocan diferentes tipos de música: en una tocan electrónica y en la otra hip-hop.




Ya en la madrugada, cuando salimos del club, Chloe (Corea) nos llevó a comer fideos en un puesto callejero. ¡Estaban riquísimos! La señora los preparó rapidísimo y nos empezó a hacer plática. A pesar de no entenderle ni una palabra, nos alegró la noche, pues hablaba muy animada con Chloe, quien nos traducía muy risueña. Nos preguntó de dónde éramos y dijo que le parecíamos muy bonitas :D




Regresamos al hotel y dormimos hasta el mediodía. Esta vez, decidimos ir a un templo budista en la playa, pero en lo que nos cambiamos y buscamos la información y el mapa, salimos bastante tarde. Además, había muchísimo tráfico y el bus nos dejó como a dos kilómetros de la entrada. Ya "nefasteados" optamos por volver al hotel. Tomamos una siesta de unas dos horas antes de salir de nuevo. Fuimos a un mercado detrás de la playa de Haeundae y comimos mandus gigantes (¡como los de Ranma 1/2!) en un restaurante. ¡Estuvieron deliciosos! (y eran muy baratos).





Habíamos quedado de vernos con nuestros amigos franceses, así que mientras ellos volvían de comer con una amiga suya, nosotros fuimos a dar una vuelta por la playa. Había muchos artistas callejeros, cantantes y músicos. Además, ¡vimos una propuesta de matrimonio! ¡Fue hermoso! El novio estaba súper nervioso y cuando su novia vio lo que le preparó, corrió a abrazarlo muy emocionada. Y para la ocasión, casualmente había un artista callejero tocando en la flauta el tema de Titanic "My Heart Will Go On". Todo fue muy lindo y romántico :)




Ya reunidos, fuimos a un club llamado 24/7. Tenía dos pisos y también tenía diferente música dependiendo del piso. Regresamos al hotel a las 4:00 a.m.

El lunes nos levantamos temprano para ir al templo Haedong Yonggungsa, al que no habíamos podido ir el día anterior. Tomamos un bus y llegamos en un poco más de una hora. La entrada en la base de la montaña está llena de puestos de comida y recuerdos. Yo compré un vasito de calamares fritos, y un pan relleno de frijoles dulces y semillas. El templo es impresionante: está construido en una montaña al borde de la playa. Había muchas personas visitando y mostrando sus respetos a las estatuas de Buda. Bajamos a un pequeño altar y tomamos agua bendita de un pozo y pudimos ver a varios monjes haciendo sus oraciones.













Ésta fue una de las mejores experiencias que he tenido aquí en Corea. El lugar y el aura que emana te hacen sentir muy bien por dentro. Buen clima, personas amables, lindos recuerdos y una vista hermosa. Fue un día magnífico. Bajamos la montaña y compramos algunos regalos.




Para regresar tuvimos que tomar un taxi pues nuestras maletas aún seguían en el hotel y si llegábamos tarde por ellas, iban a cobrarnos una noche extra. ¡Y es que el bus no llegaba! Por suerte, el chófer de nuestro taxi era muy rápido y diestro. Llegamos a una estación y tomamos el metro. Al salir en Gwangan, tuvimos que correr a nuestro hotel, que estaba como a 5 calles de allí. Subiendo escaleras y cruzando calles, ya sin aliento, llegamos a nuestro hotel. Subimos a la habitación y sacamos nuestras cosas. La encargada sólo se rió de nosotros. ¡Las caras que debimos tener! Pero eso no fue todo. Corrimos hacia la Terminal de Autobuses, cargando nuestras maletas. Resultó que a la que llegamos no era la de nuestros boletos, así que tuvimos que tomar otro taxi para llegar a la verdadera Terminal de Autobuses, pues nuestro bus salía dentro de muy poco. Al fin lo logramos, y pudimos tomar el bus de regreso a Seúl.

Esta vez, el regreso nos tomó 7 horas, pues todas las personas que salieron de vacaciones regresaban ese día. Había mucho tráfico y ya estábamos muy cansados de estar sentados. Llegamos a Seúl como a la medianoche. De nuevo, tuvimos que tomar un taxi (éste sí nos salió bastante caro) hacia Suwon, pues el bus se tomaría otra hora para llegar. Al llegar a la universidad, nos deshicimos de nuestro equipaje, nos pusimos las pijamas y dormimos hasta la tarde del martes.

Estos días los pasé increíble. A pesar de varios inconvenientes, todo salió bien al final. Tengo recuerdos graciosos para contar. Lo malo fue que regresando, tuve que hacer toda la tarea que dejé pendiente antes de irme OTL Buda, ayúdame...


¡Saludos!
-Aisou.